En lo que va del primer trimestre del año el comercio
electrónico (e-commerce) ha experimentado crecimientos nunca antes vistos, a
raíz de la situación de emergencia en la que el COVID-19 (coronavirus) ha
puesto al mundo, al presentarse una demanda acelerada de productos de primera
necesidad, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO).
En China, por ejemplo, las compras de alimentos se han
disparado de manera considerable. Para Carrefour las ventas de verduras
aumentaron un 600% durante el periodo del Año Nuevo Lunar.
Para JD.com, un minorista en línea chino, informó que sus
ventas de comestibles en línea crecieron 215% en comparación con el año pasado,
a 15 mil toneladas durante un período de 10 días entre fines de enero y
principios de febrero.
“Por otro lado, debido a la extensión del brote de
COVID-19 a principios del mes de febrero, las ventas en línea de ciertos
productos han registrado alzas significativas en países como Corea del Sur,
Italia y Polonia”, aseguró la AMVO.
En este sentido, en Polonia los productos con la mayor
alza fueron los bienes de rápido consumo, como alimentos secos, los cuales
presentaron un aumento de 160% en las ventas online. En Italia, el segundo país
con mayor número de casos registrados de COVID-19 sólo detrás de China, las
ventas en línea registraron un pico durante el mes de febrero, en contraste con
2019; en especial el sábado 22 de febrero el comercio digital registró un alza
de 101.5 por ciento, según la AMVO.
“Lo anterior muestra cómo [distintas] áreas de la
economía digital están experimentando un crecimiento significativo, que refleja
mayor actividad y demanda en compras en línea, ya que el consumo que
tradicionalmente ocurría en punto físico, hoy está migrando de manera acelerada
a Internet, como es el caso de venta de alimentos, formación educativa,
atención médica, servicios financieros y contenidos on demand en plataformas
digitales”, señaló el organismo.
Para el caso mexicano, la AMVO indicó que es momento de
que las empresas tomen las mejores prácticas hoy implementadas en otras
regiones que han enfrentado o enfrentan actualmente un escenario de emergencia,
y las aprovechen para su crecimiento.
Un punto crucial que se debe tomar en cuenta es que las
ventas en punto físico serán las más afectadas a la luz de la situación de
COVID-19; y esto puede ser el impulso para que las empresas consideren
seriamente revisar su estrategia omnicanal.
Aunque el comercio electrónico en México ha dado muestras
de un avance de doble dígito año con año, la situación por el COVID-19 podría
ampliar su crecimiento y, a su vez, modificar las preferencias de los
consumidores hacia las compras digitales.
La propia AMVO extendió 20 recomendaciones que pueden ser
ampliamente aplicables para las empresas en México que realizan operaciones de
comercio electrónico, y así asegurar la continuación del negocio de manera
efectiva.
1. Comunicar de manera efectiva las recomendaciones de
las autoridades sanitarias, tanto a nivel nacional como internacional, para que
sean aplicadas por todos los empleados de la empresa; y de manera particular
proveer a los empleados responsables de realizar entregas, el equipo de
protección necesario para evitar un contagio o propagación del mismo.
2. Evitar que los empleados responsables de realizar las
entregas de pedidos, den los paquetes de “mano en mano” para evitar el contacto
físico y por tanto el contagio o propagación del mismo.
3. Asegurar la infraestructura tecnológica necesaria que
permita la activación de trabajo remoto sin que esto afecte la operación de la
empresa. Esto incluye asegurar computadoras portátiles y teléfonos inteligentes
con acceso a plataformas de trabajo remoto.
4. Reasignar empleados flexiblemente a otras posiciones o
diferentes actividades, cuando éstas se vean afectadas.
5. Hacer uso de las redes sociales (grupos cerrados) o
plataformas online para coordinar empleados y puestos clave de la empresa.
6. Diseñar un plan de recuperación más rápido de lo
esperado, que permita enfrentar un colapso en el negocio a corto plazo, pero
reorientado a preparativos a largo plazo. Considerando diferentes niveles de
recuperación para diferentes sectores; las empresas necesitan calibrar su
enfoque por negocio, y las grandes empresas necesitan calibrar su enfoque por
división; sin olvidar adaptar la estrategia de recuperación de acuerdo a su
ubicación.
7. Las empresas deben movilizarse rápidamente para
detectar nuevas necesidades e innovar rápidamente en torno a éstas con base en
los nuevos hábitos de consumo que generan los diferentes escenarios de
emergencia.
8. Determinar el tipo de productos que pueden presentar
mayor demanda, así como aquellos que pueden responder a temas de primera
necesidad, para realizar revisión constante de inventario y/o precios. En este
punto es importante también determinar varias opciones de proveedores para
asegurar el abastecimiento, y no sólo hacer uso de un proveedor.
9. Muchos consumidores dejarán de recibir pedidos en sus
oficinas o centros de trabajo, así que hay que asegurarse que se tiene la
dirección correcta donde estará tu cliente para no hacer intentos fallidos de
entrega, y evitar pérdidas generadas por ello.
10. Mantener comunicación con los proveedores logísticos
para conocer el nivel de servicio que estarán ofreciendo durante el COVID-19
(limitaciones/alcances), y si esto implica una afectación en los tiempos de
entrega comunicarlo de inmediato a los clientes.
11. Modificar el mix actual de canales de ventas.
12. Definir cuántos días de ventas registran, para así
preparar escenarios diversos con el objetivo de entender la duración de su
inventario (on hand).
13. En caso de que en alguno de estos escenarios el
inventario esté por acabarse, calcular los tiempos en que tardarían en realizar
un nuevo resurtido y para cuántos días más.
14. Promover los métodos de pagos digitales (pagos con
tarjeta de crédito, débito, transferencias de pago, código QR o con otros
procesadores de pagos) para reducir al mínimo el pago con efectivo. En caso de
que no se tenga, agregarlo como opción.
15. Hay que asegurarse de tener el packaging adecuado, y
si puedes, realiza tareas de desinfección con tu almacén.
16. Revisa las medidas de limpieza e higiene para que
transmitamos la sensación necesaria de limpieza.
17. Evitar rumores. Comunicar a clientes de manera eficaz
por qué no es posible contagiarse de COVID-19 a través de la recepción de un
paquete, incluyendo protocolos sanitarios que se cumplen en la línea de
embalaje. Además, hay que informarles el escenario y el nivel real de la
operación (con o sin restricciones en caso de que aplique).
18. Envío efectivo de correos sobre el estado de órdenes
recibidas para mantener al cliente informado en todo momento sobre el estatus
de su pedido.
19. Mostar la cantidad de inventario disponible en la
página de producto.
20. Implementar un live chat y/o Whatsapp for Business
como medio de servicio a clientes; con el objetivo de que sus equipos de
atención a clientes puedan trabajar de manera remota y eficiente.